No sé si a ti te pasa, pero estamos tan inmersos habitualmente en una rutina que, a veces, ni siquiera nos paramos a pensar que la vida es renovación constante. Que, igual que el sol nace y muere cada día, nosotros tenemos que aprender a renacer día a día, a renovarnos. No solo es una ley espiritual, sino incluso fisiológica. Si no prestas suficiente atención a eso, si actúas con el automático puesto, si sigues simplemente una rutina, que no suele ser la más enriquecedora, ni la más feliz, ni la más positiva, ni la más próspera. No estoy hablando en contra de la rutina, porque también puede dar felicidad y estabilidad. Pero sí advierto de las rutinas que matan, las que adormecen el cuerpo y el alma.

Es bueno tener en cuenta esto hoy que se produce la conjunción del sol y la luna en el signo de Escorpio, lo que nos habla de muerte para la posterior regeneración, entendido en un sentido simbólico. Los egipcios creían en la reencarnación, pero lo bueno es que no hace falta esperar a morir para renacer. El renacimiento es algo que puede ocurrir cada día. Esto es lo bello o uno de los mensajes más interesantes de Escorpio. Ese sentido simbólico de la muerte para la posterior regeneración lo puedes llevar a cabo tú ahora mismo: matando cosas que no te interesan; dejando atrás costumbres que no molan, como que no te sientan bien; aprendiendo a vivir día a día, bebiendo el agua renovadora de la vida.

Aprovecha el lado maravilloso de esta Luna Nueva en Escorpio.