Todos los meses hay una luna nueva (conjunción Sol-Luna) y una luna llena (oposición Sol-Luna), esto es, una alineación Tierra-Luna-Sol o Luna-Tierra-Sol, respectivamente. Algunas veces, estas alineaciones se producen muy cerca de los puntos donde se cruzan las órbitas de la Luna y de la Tierra, llamados Nodos lunares o, también, Cabeza y Cola de Dragón. Cuando esto ocurre, se producen los eclipses, de Sol, en luna nueva, y de Luna, en luna llena. Cada año se producen de cuatro a seis eclipses, aunque, en ocasiones, pueden llegar a darse hasta siete .

Con los eclipses, el Sol o la Luna se van oscureciendo, generando amplias zonas de sombra sobre la Tierra. Aunque hay distintos tipos de eclipses, ésta descripción debe ser suficiente para entender su mecánica.

 

INFLUENCIAS FÍSICAS DE LOS ECLIPSES

El viento solar baña la Tierra constantemente con una fuerza de penetración tal que no hay material que se resista a ser traspasado por los neutrinos, ni siguiera la roca. Los neutrinos atraviesan la Tierra de parte a parte, a través de nuestros cuerpos o de las montañas. La Luna, al interponerse en el camino del viento solar cambia las fuerzas electromagnéticas que nos envuelven, lo que supone, a su vez, alteraciones en la conducta animal y humana.

Irritabilidad, trastornos del sueño, trastornos de las digestiones o cambios en las costumbres alimenticias, agitación interior y reacciones desmedidas pueden manifestarse en nuestra conducta cuando se produce un eclipse. Nuestros niveles intelectuales, físicos y emocionales deben hacer un esfuerzo para adaptarse a estas influencias que provocan pequeñas mareas biológicas.

Además, en cada caso particular la influencia del eclipse dependerá del planeta o del punto del Zodíaco que nos active en la carta astral. Por ejemplo, si el eclipse se sitúa sobre el planeta Marte en la carta astral de una persona ésta podrá estar más irritable, tener una caída de energía o ver mermadas sus capacidades para la toma de decisiones. También pueden darse circunstancias especiales en su sexualidad. Debería replantearse qué falla en su energía y cómo puede recuperarla. También sería bueno reflexionar sobre la forma en que expresa su enojo o su agresividad.

En cambio, si el eclipse se forma sobre Saturno es probable que la persona sienta amenazada su posición social o profesional, que atraviese días depresivos o con algunos miedos. La relación con los padres también será otro de los puntos a revisar. En cuanto al físico, los huesos podrían estar más sensibles durante el tiempo de vigencia del eclipse.

Muchos animales se muestran inquietos momentos antes de un eclipse, alterando sus habituales pautas de conducta. Esto significa, además, que un eclipse es captado en la Tierra antes de que éste se produzca y de que sea visible. Por eso, ver un eclipse Total de Sol en plena selva, como el que tuvimos la ocasión de filmar en julio de 1991 al lado del río Orinoco, ofrece un doble espectáculo: el del fenómeno astronómico en sí y el del comportamiento de los animales. He tenido el placer de ser guía en algunos de los más destacados eclipses de las últimas décadas, y suelen vivirse experiencias inolvidables.

Hoy por hoy, ni la ciencia ni la astrología han conseguido descubrir plenamente los efectos de los eclipses. No obstante, desde el punto de vista científico ya hace años que se asume que los eclipses inducen variaciones en los campos electromagnéticos, así como en la ionización de la atmósfera.

 

ECLIPSES DE LUNA

A menudo, los Eclipses de Luna, como lunas llenas que son, representan algún tipo de conflicto entre la razón y el corazón, entre el lado consciente y el subconsciente, entre la realidad y la fantasía. Por eso las relaciones familiares y entre parejas tienden a irse a los extremos, desde la pasión el odio. Ante tales circunstancias conviene una actitud de aprendizaje, de reflexión y de concienciación para entender qué está pasando.

También es frecuente ver alteraciones en las pautas de conducta o en los estados de ánimo, del mismo modo que suelen extremarse las temperaturas durante los días alrededor del Eclipse o sucederse mayor número de movimientos sísmicos y otros fenómenos en los que se desate la furia de los elementos.

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INFLUENCIA ESPIRITUAL DE LOS ECLIPSES

En sí mismos, los eclipses no son buenos ni malos. Sin embargo, una especie de leyenda negra los envuelve, algo que procede tanto de determinadas fuentes astrológicas como de ciertos textos sagrados, como la Biblia:

“Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán sacudidas.”

Mateo 24:29

“El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, para que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche.”

Apocalipsis 8:12

No obstante, los buenos astrólogos siempre han advertido de la necesidad de ver en qué puntos de la carta astral se produce un eclipse, qué partes activa, si el individuo se halla o no en la zona del eclipse… En fin, una serie de circunstancias que deben ser analizadas para descifrar los posibles influjos de un eclipse que, de entrada, como hemos dicho, nunca puede ser considerado como fasto o nefasto.

Pero, si dejamos a un lado miedos y amenazas, y abrimos nuestro espíritu a los cielos, todo fenómeno cósmico supone una oportunidad para el cambio. En este sentido, los eclipses representan nuevas energías con las que conviene tratar de sintonizar lo mejor posible. Para ello, es necesario tratar de ser conscientes de qué estamos viviendo en esas fechas, cuáles son las circunstancias que nos envuelven, qué pensamientos, ideas o planes predominan, cuál es nuestro estado físico y emocional…

A menudo, tanto los eclipses de sol como los de luna suponen extraordinarios portales que nos pueden conducir a otra dimensión, pero, como ocurre con todo tipo de energías, sean astrales o no, no es lo mismo ser arrastrado por la corriente que navegarla. Es momento de agudizar los sentidos para captar las energías y dinámicas del momento, pero también de poner en alerta el espíritu para dar un salto.

Podrán ocurrir cosas que no teníamos previstas, es posible que las cosas no salgan como queríamos. O todo lo contrario, que el destino nos rinda algún tipo de ofrenda. Sea como sea, todo eclipse supone una enorme oportunidad para aprender o, más bien, reaprender cosas que deben servirnos para ese nuevo estadio, puesto que la evolución no es plana ni circular, sino espiral. Y todo eclipse supone un giro más en esa espiral evolutiva que de una manera tan fiel como elocuente señalan los astros.

Hay que aprovechar esta especie de puente entre el mundo racional y el irracional, entre lo real y lo onírico… que representan los eclipses.

Tres cosas que conviene hacer en los eclipses:

Medita y busca tu propia verdad

Contacta con la naturaleza

Haz algo artístico o inspirador