La compatibilidad entre los signos del Zodiaco es uno de los puntos más interesantes para entender las relaciones personales. Sin embargo, esa clásica pregunta que hacéis con frecuencia de ¿con qué signos soy más compatible? no tiene una respuesta sencilla.

En general, y como regla básica, se puede decir que los signos que pertenecen a un mismo Elemento se entienden mejor que si pertenecen a otro; los de fuego con los de fuego, tierra con tierra; aire con aire y agua con agua. Los Elementos son los siguientes: Fuego (Aries, Leo y Sagitario); Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio); Aire (Géminis, Libra y Acuario) y Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis). Según esa norma, Leo se lleva mejor con Aries y Sagitario, que pertenecen a su mismo grupo. Y así ocurriría con los otros grupos, llevándose mejor entre sí quienes pertenecen a un mismo Elemento.

Este tema es sencillo de entender con las leyes básicas de la física y la química, aunque no sepamos nada de estas asignaturas. Imaginemos lo que pasa cuando mezclamos elementos básicos y lo aplicamos a las relaciones humanas: echamos agua al fuego, y éste se apaga, ¿verdad?; lo mismo pasa, aunque de otro modo, si echamos tierra al fuego. En cambio, echamos agua a la tierra y conseguimos barro que puede solidificar; soplamos al fuego y éste se aviva, etc. Pues esto es algo que podemos aplicar a las relaciones humanas.

Si quieres saber a qué Elemento perteneces y cómo se dividen éstos, aquí los tienes:

FUEGO: Aries, Leo y Sagitario.

TIERRA: Tauro, Virgo y Capricornio.

AIRE: Géminis, Libra y Acuario.

AGUA: Cáncer, Escorpio y Piscis.

Pero el signo al que pertenece una persona únicamente señala dónde estaba el Sol al nacer. Lo ideal sería ver el conjunto de la carta astral para ver cuántos planetas hay en cada Elemento. Es fácil, por ejemplo, tener el Sol en Fuego, pero que en la carta astral natal predomine el Agua, lo que, además de representar un dilema para la propia persona, también se arrastra a las relaciones con los demás. Además, el Elemento en el que están el Ascendente y la Luna también es trascendental.

No obstante, la cuestión no es tan simple.

Claro está que la Astrología ofrece mucho más, aunque para ello debemos ir al tema de la carta astral de cada persona, que contiene muchos más datos que sabiendo únicamente el signo zodiacal al que pertenecemos. Estudiar la carta astral de nacimiento, así como una determinada etapa de la vida o la compatibilidad entre las cartas astrales de dos personas supone todo un mundo de información realmente valioso. La fecha, hora y lugar de nuestro nacimiento nos condicionan igual que el año condiciona a la semilla. Por eso podemos hablar de distintos arquetipos que determinan las tendencias amatorias y sexuales.

En Astrología existe una técnica denominada Sinastria que consiste en comparar las cartas astrales de dos personas. A partir de dicha comparación, el astrólogo puede decir en qué aspectos puede ser la relación más fluida o constructiva y en cuál necesitará más cuidado. Incluso en qué momentos pueden atravesar una crisis y cómo afrontarla para superarla.

Cuando comparamos nuestro signo con el de la otra persona, únicamente tratamos con la posición solar. Pero, desde esa limitada perspectiva no se puede tener en cuenta el Ascendente (personalidad), la Luna (subconsciente y sentimientos), Mercurio (capacidad de comunicación y diálogo), Venus (sensualidad y sexualidad) y un largo etc. Todos esos puntos, y más, se comparan en la Sinastria o estudio de compatibilidad entre dos cartas astrales.

Para saber más sobre este tema:

Las 12 formas de amar y ser amados

Estudio de compatibilidad de pareja