La carta astral es como una receta alquímica que hay que observar en su conjunto. Una agrupación de factores que vienen a determinar la disposición del individuo ante la vida, sus motivaciones, forma de ser e incluso aspecto físico.

Y esa carta astral se representa mediante un mandala, en el que son componentes cruciales los cuatro puntos cardinales del mismo. Esos puntos son: ascendente, descendente, medio cielo y fondo cielo. Esos cuatro puntos cardinales están opuestos dos a dos, formando dos líneas que se cruzan aproximadamente en sentido perpendicular, aunque el ángulo que forman entre sí varía según el momento y lugar del nacimiento. La carta astral queda así repartida en cuatro sectores. La mayor o menor agrupación de los planetas dentro de cada una de esas partes, influye de manera única en cada persona, pudiendo ser uno de los motivos por los que dos personas del mismo signo pueden ser muy diferentes entre sí.

 

CIELO VISIBLE Y CIELO INVISIBLE

El primero de los puntos cardinales es el Ascendente (ASC), que se eleva en el cielo por el Este en el momento del nacimiento. El segundo es el Descendente (DES), opuesto al primero y en el Oeste. El tercero corresponde al Medio Cielo (MC) y el cuarto al Fondo Cielo o Imum Coeli (IC), también opuestos entre sí. Juntos, los cuatro cardinales corresponden a la rueda completa de los días terrestres.

La línea que une el Ascendente y descendente representa el horizonte del lugar de nacimiento y divide la carta astral en dos mitades, la superior (cielo visible) y la inferior (zona invisible). Aproximadamente cada dos horas se eleva un signo diferente por el Ascendente, a medida que la rotación de la Tierra nos va haciendo ver cómo los planetas y los signos zodiacales salen por el Este y describen un semicírculo hasta ponerse por el Oeste.

Acompañando esa transición, se mueve el Sol, cuyos puntos de salida y puesta atraviesan el horizonte. Dentro de las franjas horarias de los puntos cardinales, el ASC corresponde al alba de un día y lugar concretos, mientras que el DES se atribuye al ocaso. En el punto más elevado del meridiano se encuentra el mediodía, MC, y en el punto más bajo, donde encontramos la medianoche, el IC. Con el tiempo, la forma del horóscopo ha ido cambiando. Y aunque ahora es circular, en el pasado llegó a tener forma cuadrada.

Tener más planetas en la zona superior o inferior de la carta astral tiene su significado. Igual que lo tiene el tener más o menos planetas en el lado oriental o en el occidental.

 

¿ERES EXTROVERTIDO O INTROVERTIDO?

Por ejemplo, cuando hay predominio de planetas en el semicírculo superior, encima del horizonte, la persona muestra tendencia a vivir según su entorno. Algo que puede traducirse en extroversión, necesidad de vivir con los demás o aversión a la soledad.

En cambio, si los planetas tienen mayor presencia en el semicírculo inferior, por debajo del horizonte, apuntan a una intensa vida interior. Será una persona influenciada por su ambiente inmediato, de naturaleza contemplativa, que tiende al silencio o a apartarse del bullicio.

Otra opción es que los planetas se agrupen en mayor medida en la parte oriental de la carta, a la izquierda del meridiano. Cuando esto ocurra, la persona en cuestión mostrará tendencia a la acción. Será alguien autónomo, pero quizá egocéntrico o egoísta, con claro predominio del yo sobre sus relaciones.

Por último, es posible que haya más planetas en la región occidental, a la derecha del meridiano en la carta. En este caso, el individuo será alguien que vivirá muy en función de los demás. Tendrá una actitud poco individualista.