La entrada de Júpiter en Escorpio en otoño de 2017 marcó un nuevo clima social cuyas consecuencias finales están todavía por ver. Además de las influencias para cada signo, todo movimiento planetario suele impregnar el ambiente que nos rodea, como ocurre en este caso con la serie interminable de supuestos abusos sexuales.

El pasado mes de octubre de 2017 las acusaciones de abuso sexual contra Harvey Weinstein reportadas por dos importantes medios de comunicación estadounidenses provocaron un gran escándalo mundial. De repente, decenas de mujeres acusaron al todopoderoso productor de Hollywood. Como en una bola de nieve que crece sin fin, esas acusaciones se fueron extendiendo a otros personajes de diferentes ámbitos. ¿Qué relación pueden tener estos acontecimientos con Júpiter en Escorpio? ¿Puede la Astrología ayudar a entender qué está pasando en un momento dado en el ámbito social, cultural o cualquier otro?

Cada vez que un planeta cambia de signo algo cambia en el ambiente general hasta tal punto que llega a repercutir en la sociedad y en las noticias. Es como un cambio de clima astral que condiciona todo y cuyas tendencias están marcadas por el signo y el planeta involucrados. Tan solo hace falta estar atentos, escuchar y saber leer las señales, que unas veces son más evidentes que otras, como la cuestión que ahora nos ocupa.

¿Puede el análisis astrológico del tránsito de Júpiter por Escorpio ayudarnos a entender qué está pasando con este enorme tsunami de denuncias de abusos sexuales que irrumpió en la meca del cine como un volcán?

JÚPITER ENTRA EN ESCORPIO

Júpiter salió de Libra y entró en Escorpio el pasado mes de noviembre de 2017, pero es normal que un poco antes de entrar en cada signo empiecen a notarse sus influjos. Suele estar un año en cada signo. El tránsito de Júpiter por Escorpio tiene una gran relación con la sexualidad, lo que está oculto, la muerte, los juegos de poder, la manipulación… (aunque eso no significa que los nativos de Escorpio sean así). Mientras Júpiter es el planeta que todo lo hace a lo grande, que tiene que ver con la expansión, la internacionalización, la cultura, la polémica, el escándalo…

Como si de una plaga o de setas otoñales se tratase, los escándalos sobre abusos se han ido extendiendo no solo en el ámbito cinematográfico de Hollywood, sino también a otros sectores y países: el actor Kevin Spacey; el director Woody Allen; el juicio a los conocidos como “la manada”; entidades como Oxfam en la que se han destapado sus escabrosos abusos; la gimnasia estadounidense, con una larga condena al doctor de la selección; las supuestas relaciones del presidente de los EE.UU. Donald Trump con prostitutas; futbolistas encarcelados por supuestos abusos; los 34 sacerdotes católicos de Nápoles… la lista parece interminable. En muchos casos está teniendo consecuencias dramáticas, como el más reciente hasta el momento, ocurrido en Corea del Sur, donde se ha suicidado el famoso actor Jo Min-Ki en plena oleada de denuncias de abusos a mujeres promovida por el movimiento #MeToo. También se suicidó Jill Messick, la productora y representante de Rose McGowan, la primera actriz en presentar una denuncia contra Harvey Weinstein.

EL MOVIMIENTO #MeToo

Como respuesta a los muchos de estos abusos, principalmente a raíz de la denuncia a Harvey Weinstein, ha surgido el movimiento #Metoo (Yotambién) en torno al que se han agrupado miles de mujeres de todo el mundo que supuestamente han sido víctimas de abusos. Un movimiento que ha crecido tanto que raro es el día que no aparezca una nueva denuncia en prensa o un nuevo artículo que trate el tema desde una nueva perspectiva.

Esta iniciativa trata de poner fin a tanto abuso y de no callar más ante las agresiones. Sin embargo, algunos advierten de que tampoco hay que caer en el extremo opuesto.

ESCORPIO NUNCA DEJA INDIFERENTE

La actriz francesa Catherine Deneuve añadió más leña al fuego cuando encabezó una carta firmada por más de cien artistas e intelectuales de Francia advirtiendo de que, detrás de todo esto podría haber un intento de “puritanismo sexual” y que “la seducción insistente y torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista”.

“MeToo se ha convertido en una caza de brujas”, dice el cineasta austriaco Michael Hanecke, quien apunta que esta “revolución femenina” genera un puritanismo que daña la creación.

Jordan B. Peterson, psicólogo clínico canadiense que pasa por ser el intelectual más odiado por la izquierda, va aún más lejos al advertir de que “hay una crisis de masculinidad porque se culpa a los hombres por el mero hecho de serlo”.

En fin, siempre que se trata de Escorpio es difícil no caer en los extremos, que no haya polémica, que no haya algo inquietante, tabú, intensamente sexual, escabroso, misterioso… Y cuando un planeta entra en un signo, como en esta ocasión Júpiter pasando por Escorpio, esos arquetipos de planeta y signo entran en acción, recreando una atmósfera que condiciona la cultura y la sociedad de ese tiempo.

Entretanto, como todo movimiento astral tiene implicaciones sociales, pero también a nivel personal o individual, no estará de más aprovechar el tránsito de Júpiter por Escorpio para mirar hacia nuestro interior y descubrir aspectos ocultos de nuestra personalidad que deben ser limpiados o regenerados. No es momento de esconder nuestros puntos oscuros, sino de entender por qué y desde cuando están ahí, y tener el valor de luchar para encaminarnos hacia la luz. Ya dijo Carl G. Jung que no se “alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad” y que aquello que no hacemos “consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”.

El tránsito de Júpiter por Escorpio es una gran oportunidad para entender estas palabras. Al fin y al cabo, los cambios planetarios suponen cambios de energías astrales que están en el ambiente y a los que debemos adaptarnos, como ocurre con los cambios de las estaciones.

Para saber cómo influye el paso de Júpiter por Escorpio en tu signo,

ANUARIO CASSANYA 2018-19